Saporito

Comida italiana sin pretenciones

Saporito significa “Sabroso” en italiano, pero para un grupo de soñadoras, emprendedoras, visionarias y “aficionadas a la cocina”, Saporito significa una oportunidad de dedicar sus vidas a su verdadera pasión: cocinar y deleitar los paladares de las personas.

La comida italiana es sin duda una de las comidas más versátiles del mundo. Por esta razón (y el hecho de que es muy sabrosa) el sector de la cocina italiana es un segmento que ha experimentado grandes cambios, volviéndose muy saturado, competitivo y convirtiéndose en un mercado amplio y complejo. Especialmente para las marcas nuevas y pequeñas.
Nuestro reto era crear una marca fuerte y original, manteniendo la esencia de “pequeña marca sin pretensiones” pero con la estatura de una gran marca, capaz de competir con el resto de la oferta del mercado y al mismo tiempo creando una historia atractiva.
Lo que hicimos
Para el proyecto hemos cavado hondo para encontrar las raíces de la cultura italiana y hemos investigado los rasgos más característicos y tradicionales para llenarlos de contemporaneidad y modernismo. En un trabajo de co-creación nos dimos cuenta que la actitud de la cocina italiana y la del equipo de Saporito eran las mismas y sin duda alguna el punto de partida: ímpetu, singularidad, carácter, nostalgia, sencillez y calidez, son algunos de los atributos que derivan por completo en la marca.
Partiendo de este espíritu, construimos una estrategia de marca que sirviera de brújula para que Saporito “alimentara” no solo a los comensales si no a la marca y su cultura. “Vero cibo Italiano. Senza Pretese” (Verdadera comida Italiana. Sin pretensiones) resume esa personalidad totalmente única de la marca.
Se trata de hacer las cosas bien, dando lo mejor de si para “alimentar la vida y nutrir el alma”,
se trata de “vivir intensamente cada cucharada de sal, cada tomate y cada gramo de harina
que se usa para crear una experiencia sencillamente única”.
Alimentando las raíces de lo simple
Noduz desarrolló una identidad de marca basada en dos fuertes características de la marca y de la gastronomía italiana: Versatilidad y sencillez. Estos códigos han sido nuestra referencia y hemos prestado atención y buscado entender en profundidad esta esencia para expresar su personalidad en cada producto y punto de contacto.
La identidad visual tenía que estar a la altura. Debía reflejar y personificar tanto el gran producto que sale de sus cocinas como el alma de la cocina italiana y de sus fundadoras.
Italia es rica es simbología. Existen tres símbolos oficiales principales de Italia: La bandera, el emblema nacional y ‘Il Canto degli Italiani’ (“El canto de los italianos”, Himno nacional de Italia). Y existen también otros símbolos oficiales como lo son el Estándar Presidencial (que representa la Presidencia de la República de Italia), El ‘Altare della Patria’ (documento nacional dedicado al rey Vittorio Emanuele II de Saboya) y ‘La Festa della Repubblica’ (día nacional que celebra el nacimiento de la República Italiana).
Pero los símbolos de Italia no son sólo aquellos con lo que se identifica oficialmente. Existen otro símbolos que de manera única, representan su historia, su cultura, su sentir. Y que personifican a través de metáforas y alegorías el sentir y la herencia de todo el pueblo italiano.
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Es por esta razón que nos inspiramos en un símbolo importante de la cultura italiana: La ‘Italia Turrita’.
La ‘Italia Turrita’ es la personificación nacional de Italia, cuya característica principal es una corona mural (de ahí el nombre ‘turrita’ o «con torres» en italiano) típica de la heráldica italiana cívica de origen comunal.
‘Italia Turrita’ es una mujer con atributos típicamente mediterráneos que presenta un rostro sonriente, pelo oscuro y una belleza elegante e idealizada. Sobre su cabeza, la “Stella d’Italia» una radiante estrella de cinco puntas, que representa el “brillante destino de Italia” y es ícono de la Unificación de Italia y elemento fundamental del actual escudo de Italia aprobado en el nacimiento de la República italiana en 1948.
Este símbolo, esta mujer, para Saporito es la piedra angular y protagonista de la identidad.
Un símbolo que personifica la calidad, el patrimonio de la cocina italiana y el alma y esencia de sus fundadoras.
Los colores: rojo, verde y “blanco” de la bandera italiana, pero con ligeros cambios en sus tonalidades para darles un toque único, diferente y funcional. Y el uso de tipografías clásicas que en su conjunto denotan esa elegancia clásica italiana.
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Una marca cargada de simbología, llena de ingredientes característicos pero con sutiles giros nos otorgan una marca de alto nivel, de calidad, simple y versátil. Una marca sabrosa, muy “Saporito”.

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